'Estamos en un sector donde probar a proveedores nuevos es una aventura medida', informó Jordi Priu al contarnos cómo eligen a sus aliados estratégico. Mencionó que un proveedor ideal para MMM debe de contar con la certificación IATF 16949, demostrar que es una empresa competitiva en plazos y que cuenta con experiencia en la industria automotriz, además deben de ser sólidos financieramente, contar con suministros para corto y medio plazo; y la certificación mínima que piden es la ISO 9001, aunque sería ideal que el proveedor también tuviera la IATF 16949.
El CEO informó que 2020 causó un impacto en la cadena de suministro que cambió la forma en la que relacionan las empresas Tier 1 con sus proveedores. Nos relató que MMM tuvo que frenar su producción por la pandemia de la COVID-19 y reiniciar representó un análisis, no solo en el suministro sino en lo financiero, sabiendo esto y considerando que sus proveedores estaban en una situación similar, los departamentos de compras y finanzas hicieron un análisis exhaustivo para determinar prioridades para el arranque de producción con sus proveedores. Jordi Priu comentó: 'No ha sido una tarea fácil y continúa siendo un reto cada día', al explicar que la industria automotriz vive nuevos desafíos en torno a la falta de semiconductores y de ciertas materias primas. Por lo que, el sector se ha vuelto más flexible en la gestión, y más experto en el seguimiento de la producción para conocer sus capacidades de stock y a partir de ello generar planes para el futuro.
Para afrontar los retos que vienen, MMM tarda aproximadamente un año en capacitar a sus nuevos proveedores. Este proceso inicia desde que contactan con la empresa hasta que la validan internamente. Durante este periodo MMM analiza muy bien al prospecto de proveedor, basándose en las recomendaciones que tengan por parte de otros clientes u empresas Tier 1, las validaciones que tienen y la experiencia que han desarrollado. Una vez contactada la empresa proveedora, se le envía un RFQ (Request For Quotation) para testear su competitividad y analizar sus precios. Antes, se hacía una visita por la planta para conocer las instalaciones y procesos, pero por la pandemia de la COVID-19, esto ha cambiado a visitas virtuales. Tras conocer más de cerca al prospecto de proveedor, se le envía un RFQ con proyectos, fechas de entrega y volumen. Evidentemente, MMM está muy al pendiente de los primeros proyectos del nuevo proveedor para saber que cumple con las expectativas y las necesidades para futuros proyectos.
MMM ve en México un punto clave para abarcar el mercado de las Américas, siendo Estados Unidos y Brasil, los dos países importantes para su objetivo de negocio. En este sentido, la planta de México tiene la capacidad de crecer si la marca lo requiere, además saben que el mercado mexicano ascenderá en los próximos años por lo que Jordi Priu afirmó que instalarse en el país fue una decisión beneficiosa para la empresa. Por lo mismo, para seguir enriqueciendo su posición en el país, Andrei Borza, gerente de la planta en México, comentó que MMM actualmente busca proveedores locales de tubería de acero, acero inoxidable, aluminio; y proveedores de componentes y piezas estampadas; así como proveedores que puedan ofrecer servicios de automatización. La empresa quiere proveedores que les puedan ofrecer una garantía en el tiempo, forma y la calidad requerida por el cliente.
El CEO informó que 2020 causó un impacto en la cadena de suministro que cambió la forma en la que relacionan las empresas Tier 1 con sus proveedores. Nos relató que MMM tuvo que frenar su producción por la pandemia de la COVID-19 y reiniciar representó un análisis, no solo en el suministro sino en lo financiero, sabiendo esto y considerando que sus proveedores estaban en una situación similar, los departamentos de compras y finanzas hicieron un análisis exhaustivo para determinar prioridades para el arranque de producción con sus proveedores. Jordi Priu comentó: 'No ha sido una tarea fácil y continúa siendo un reto cada día', al explicar que la industria automotriz vive nuevos desafíos en torno a la falta de semiconductores y de ciertas materias primas. Por lo que, el sector se ha vuelto más flexible en la gestión, y más experto en el seguimiento de la producción para conocer sus capacidades de stock y a partir de ello generar planes para el futuro.
Para afrontar los retos que vienen, MMM tarda aproximadamente un año en capacitar a sus nuevos proveedores. Este proceso inicia desde que contactan con la empresa hasta que la validan internamente. Durante este periodo MMM analiza muy bien al prospecto de proveedor, basándose en las recomendaciones que tengan por parte de otros clientes u empresas Tier 1, las validaciones que tienen y la experiencia que han desarrollado. Una vez contactada la empresa proveedora, se le envía un RFQ (Request For Quotation) para testear su competitividad y analizar sus precios. Antes, se hacía una visita por la planta para conocer las instalaciones y procesos, pero por la pandemia de la COVID-19, esto ha cambiado a visitas virtuales. Tras conocer más de cerca al prospecto de proveedor, se le envía un RFQ con proyectos, fechas de entrega y volumen. Evidentemente, MMM está muy al pendiente de los primeros proyectos del nuevo proveedor para saber que cumple con las expectativas y las necesidades para futuros proyectos.
MMM ve en México un punto clave para abarcar el mercado de las Américas, siendo Estados Unidos y Brasil, los dos países importantes para su objetivo de negocio. En este sentido, la planta de México tiene la capacidad de crecer si la marca lo requiere, además saben que el mercado mexicano ascenderá en los próximos años por lo que Jordi Priu afirmó que instalarse en el país fue una decisión beneficiosa para la empresa. Por lo mismo, para seguir enriqueciendo su posición en el país, Andrei Borza, gerente de la planta en México, comentó que MMM actualmente busca proveedores locales de tubería de acero, acero inoxidable, aluminio; y proveedores de componentes y piezas estampadas; así como proveedores que puedan ofrecer servicios de automatización. La empresa quiere proveedores que les puedan ofrecer una garantía en el tiempo, forma y la calidad requerida por el cliente.
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