Cluster Industrial – Aprender y adaptarse, claves para el futuro laboral

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Aprender y adaptarse, claves para el futuro laboral

Escrito por Cluster Industrial

Capital humano 15/04/2021 13:15

Durante Expo Manufactura 2021, Mónica Lizeth Balboa García, cofundadora de CONECTARE, ofreció una plática dinámica e informativa hacia los jóvenes para abordar cómo será el trabajo para el 2025.
Al inicio de la participación de Mónica Lizeth Balboa García, cofundadora de CONECTARE, en Expo Manufactura 2021, abordó la realidad laboral en un concepto: cambio constante. Así, informó cómo la tecnología ha avanzado a un punto que hace imposible que el ser humano le sigue la pista tan de cerca, pero aun así, requiere que las personas sean el centro de esta transformación para el ambiente laboral y para los trabajos que se requerirán en 2025.

Mónica contó que, en 1953, gracias a la visión a futuro y a un objetivo, se visualizó cómo podría la humanidad llegar a la luna. A partir de ese momento se trabajó para lograrlo, al mismo tiempo, los equipos tecnológicos tuvieron que evolucionar para ello, describiendo así la ley de Gordon Moore, quien dijo que el número de circuitos en una computadora aumentaría el doble con cada año.



Ante esta información. Mónica le pidió al público, en su mayoría jóvenes de preparatoria, que visualizará la tecnología no como lo que consumimos hoy, sino lo que consumiremos mañana, para así generar equipos o sistemas laborales que funcionen a partir de esa idea implantada, porque, generar procesos o innovaciones basándose en el presente traerá como consecuencia que, cuando esta salga al mercado, sea obsoleta pues la tecnología ya estará en otro punto. Entonces la misión es descubrir los patrones que la realidad vivirá dentro de 5 años. Al ser conscientes de este cambio abrupto y disruptivo que se aproxima solo queda aceptar que las habilidades también deben de transformarse. Como Mónica explicó, creamos tecnología para expandir nuestra realidad y, tal vez en ese sentido, los trabajos nos permiten seguir interactuando con dicha tecnología.

Mónica explicó que visualizar ese futuro es complejo porque estamos acostumbrados a que los periodos de tiempo, antes de la rápida digitalización que se vivió la década pasada, fueran muy similares con respecto al entorno laboral. Aprendíamos a hacer algo y lo repetíamos durante años hasta la jubilación. Pero ahora los patrones de trabajo han cambiado porque nosotros estamos cambiando y por ende hay que trabajar con tecnologías que nos permitan estar más preparados para el futuro, ya que la humanidad no tiene un crecimiento exponencial a diferencia del internet y ahora, nosotros, debemos de estar a la vanguardia para hacer las preguntas correctas sobre qué deberíamos de desarrollar para el futuro.



Mónica lo explicó el empleo necesitará de nuevas habilidades y los jóvenes deben acostumbrarse a que pasarán gran parte de su vida aprendiendo y reaprendiendo labores para enriquecer su talento y competencias, mismas que deberán de ser transversales, pues el internet está borrando las líneas divisorias de las disciplinas. Esto traerá como consecuencia que, para 2025, 85 millones de empleos se pierdan, pero que se generen 97 millones de empleos nuevos. Además, el 47% de las labores serán realizadas por máquinas inteligentes, dejando un 53% de trabajo para el ser humano. Ante esto, lo cierto es que las universidades no cuentan con programas para capacitar a sus alumnos porque las mismas instituciones no saben lo que vendrá, nadie lo sabe, solo es predicción y una apuesta hacia el futuro.

Entre los trabajos que desaparecerán en 2025 están los administrativos, pero aumentarán las labores relacionadas con la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la ciencia de los datos, la big data, el marketing digital, por ello, para el 2025, el 50% de los empleados necesitarán reentrenar sus habilidades y las actividades de las empresas cambiarán un 40%. Y, pese a lo complejo que podría sonar este escenario, lo cierto es que el cambio será importante y positivo, pues si algo enseñó la pandemia de la COVID-19 es que la resiliencia, aprender a adaptarnos y aceptar la incertidumbre nos han vuelto más fuertes y han cambiado el paradigma laboral hoy en día, entonces, por qué no sería positivo la transformación que se vivirá para 2025. Lo importante es saber que está sucediendo y todos somos claves para ese ambiente laboral que deseamos a futuro, uno más tecnológico y a la vez más humano.

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